Friday, September 05, 2008

Fin

Sonia lo decidió ahí mismo, bajo la ducha. Lo dejó irse a Bruno, como quien deja ir el sudor con el agua que cae por los hombros. Y el agua, y Bruno, de los hombros al pecho, del pecho al ombligo, sorteando el sexo, vía muslo izquierdo, empeine, bañera. Rumbo al desagüe, rumbo al río, rumbo a la distancia insuperable, a la otredad definitiva, a la lejanía resignada, al nunca, pero nunca.
Y así fue. No habrá cambios exóticos, Sonia no quiere. Volverán a verse, como siempre, habrá abrazo y palabras dulces, pero ambos serán otros. Sonia habrá perdido eso que de ella era para Bruno, y Bruno todo lo que Sonia construyó de él. Y serán otros, y serán los mismos, los mismos.

Fin.