Thursday, July 12, 2007

Sonia ida y vuelta

Toda la sangre que salió de mí.
Y tuve aún fuerza, y tiempo, sobre todo tiempo, para ponerme esa media blanca.
Los límites borrados, la sorpresiva inexistencia y mis manos así, como crispadas, pero sorprendidas en realidad creyendo sostener algo y allí, nunca hubo nada.

Esa fatídica necesidad sin nombre. Es mejor pensar esto que nombrarte angustia, soledad, miedo.

El bálsamo de las frazadas esdrújulas para esta ola polar que ojalá ahogara y llevara para adentro como el mar.

Sonia se supo muerta. No podría decirlo.
Ya ni el recuerdo de Bruno era suficiente para simularla viva.
Ahí, frente a ella, esa inexistencia cálida y efímera. No comprender las palabras que barrenan esta ola gélida.

No cogerás, no cogerás. El mandato supremo que orienta hacia una seguridad onírica. Sonia no digas lo que escribiste, no escribas lo que dices. Es duro, es inalcanzable el dolor ajeno.
Estás tan en el lugar de siempre que desgraciadamente es demasiado lejos como para que alguien vaya a buscarte. Y este punto demoró tanto que ese demasiado lejos para pasó por un vaya a abrazarte, te escuche, te alcance, etc.
Antes de irte, cuando por fin te vayas, no irás a ningún lado, no mientas, donde vas no hay esperas.La constante cercanía del todo o la inefable eternidad en esa nada lejana. Capitalismo o comunismo. La muerte al fin.
Sonia está muerta. Saber eso fue devastador.

Volvió luego de esa solemnidad húmeda, al inicio, a rendir homenaje a ese cúmulo de placer que se constituyó en acusación. Delató su vértigo, su abismo. Esa oscuridad a cuestas, que ya ni se mira.
Le puso enfrente todo su humo. Y Sonia lloró, de nuevo.

2 comments:

Adán Buenosayres said...

Me gustó mucho el texto. Creo me lleva a pensar en cierta canción de Suárez, también me inquieta como esas cosas que s mueven detrás de las cortinas. Creo que Sonia sufre de un mandato, de esa herencia maldita que más de una vez se diluye en nuestras decisiones sin tener forma o tópico. Repito una vez más que tu texto me gusto mucho. Creo que pasar a visitarte es una sana costumbre.

Saludos

Hélène said...

Gracias por tu sana costumbre de pasar a visitar.
Gracias por dejar constancia de que lo hacés.

¿Qué canción de Suarez? Así la escucho.

Y a ver para cuándo posteás algo tú. (qué extraño el verbo postear... yo posteo tú posteas él postea)