Friday, April 27, 2007

bum

Cuando menos lo esperabas
aún cuando siempre esperás todo
se deslizó lentamente hacia la nada.
Desapareció de allí, sin dejar huella.
Se hundió en la penumbra irreconocible
del nunca más.

Cuando desprevenida pensaste
que quizá, quizá, quizá...
se te respondió rotundamente
.....................................................

Donde se desespera amiga, se encuentra una piedra. Te pesará en la vescícula, será mejor extirparla. Sufrirás horrores, llorarás olvidos, creerás que esta vez, como siempre. Para que recomience el ciclo, la regresión ad infinitum, la catástrofe predicha.

Big bang, big bang. Nada volverá al inicio y, aún sin que lo notes, no habrá ya un estallido, simplemente se dispersará tanto, tanto la materia, que alrededor de cada átomo podrá decirse, arbitrariamente y por convención, que sólo hay vacío.

Sunday, April 22, 2007

Preludio para la nada

Dejaré escapar el tiempo
sin suspiros.

Recuerdo encontrarme tranquila
recuerdo la efímera duración de la paz.

Decir que tus manos son un bálsamo
es tan predecible.
Digo entonces que tus manos son
ahora una nube de humo.

En el grito eterno
de la noche húmeda
tu cuerpo no recorrerá
ningún laberinto.
Ya no hay puertas que descifrar.
Hay canciones escondidas
y tan pocas ganas de cantarlas.

No cuestiones mis ojos,
están ahí para cegarse
cuando el tiempo se haya ido.
No cuestiones mis labios,
están ahí aguardando el mutismo
que despertará el invierno.

Volver a tu refugio
a tu instantaneidad súbita.
Volver a quedarme en vos
por quedarme en algún lado.

No te lastimaré con mi existencia
no quiero estar ahí cuando me llores.
No volveré a buscarte
No volveré a verte
No repetiré, aunque se escapen,
las palabras de la condena genética.

Rodeo la nada
como tantas veces
me acerco a su centro
sin pronunciarlo.
El vacío inasible
de la ausencia
me embriaga de temblores nocturnos.

No reconozco mis manos
sobre mi propio pecho.
No reconozco mis pechos
bajo estas ropas.
No reconozco tu rostro
entre tantos rostros.
Y te reconozco en todas partes
constantemente.

Los límites que se impondrán
en fechas y formas
para no desesperar
hasta que sea el momento.
Y cuando lo sea
pegar los párpados,
cerrar los brazos,
gotear, gotear,
devenir en río salado
devenir en polvo luego de ser roca
transformar en grises
mi escala cromática
y dejar escapar el tiempo
sin suspiros.

Thursday, April 19, 2007

Together

Fue un súbito arrebato de angustia. Pero ya se veía venir. Esa migraña, la pileta en tu cara, la asfixia, los brazos que no responden. Si la angustia no está ahí abajo, está ahí arriba, y es peor, porque caerá como esa nube transformada en granizo. Cascotazo en la cabeza y sangrado vertical.
Las drogas que adormecen, que siempre adormecen. No vamos a llorar esta vez. Esta vez aún queremos pensar que todo, todo esto, todo esto fue un error, uo o, todo esto fue un error.
Entonces se hablará de cajas negras. Entre lo que entra y lo que sale un proceso que se desconoce, el misterio de la comunicación. Y allí, dentro de esa maldita caja negra se esconden esas ratas llenas de piojos que se encargan de tomar la información que entra y desvirtuarla. Así un clásico "Hola", puede cualquier día de estos salir convertido en un "¿Por qué no te vas a la reputísima madre que te re mil parió?" O algo similar.
Yo no te entendí. Son tantas cosas las que no entiendo.
Cuando Sonia y Johnny se encontraron ambos supieron de inmediato que lo único que debían hacer era contar lo que había sucedido.
Johnny temeroso decidió callarse, esperar la palabra de Sonia. Y Sonia insegura, bajó la mirada y siguió escribiendo.
Johnny golpeó la mesa despacito, como para hacer algo.
Sonia sonrió, y habló de naves espaciales.
Johnny decidió tomarse rapidito el café, sin decir nada.
Sonia esperó que su café se enfriara para ponerle azúcar y bebérselo de un trago.
Johnny quería desesperadamente volver a su casa.
Sonia deseaba quedarse ahí para siempre.
Sonia tenía un sombrero hermoso, violeta.
Johnny nunca supo usar sombreros, suponía que cada uno manifestaba algo, un estado de ánimo, una adhesión política, algo, y él, que estaba tan confundido por la vida, no quería aún tomar partido.
Sonia releyó en voz baja, casi inaudible, pero audible al fin, un poema viejo (suyo, claro está). Johnny no logró escucharla pero la felicitó al final.
Johnny contó una historia inentendible de gnomos que vendían zapatos bajo el obelisco.
A Sonia le pareció digno de un cuento.
Johnny calló.
Sonia calló.
Cada uno de ellos percibió la soledad del otro, pero desde sus propias miserias no supieron acompañarse.
Sonia volvió a su casa, a tomar ese analgésico.
Johnny volvió a la suya, al zapping cotidiano.
No sonaría el teléfono, nadie quiere decir nada.
Sonia piensa en Bruno, mientras sangra sus lágrimitas de vidrio pírex.
Johnny piensa qué hermoso sería desaparecer.

Sunday, April 15, 2007

Pasillo infinitivo

Descifrar el misterio de tus párpados lánguidos que cubren el pasillo a la eternidad.
Incomodar al tedio a base de preguntas sin respuesta.
Derrotar la tarde en esperas fortuitas, en nostalgias vacías.
Dibujarte a mi lado, desearte en silencio.
Arrancar el otoño de la suela de mis zapatos.
Sufrir tantas pérdidas sin recordar ninguna.
Devolver el hastío en el mostrador correspondiente.
Devenir en súplica cuando te hayas ido.
Alternar mis pies en el suelo en la inmovilidad absoluta.
Aplaudir a la noche, augurando madrugadas.
Esperar, esperar, la nada, el sol, el asco, gramos de presencia.
Agitar las cortinas dejando pasar el frío.
Cerrar alguna puerta con candado.
Dar por finalizado lo que termina.

Monday, April 09, 2007

Año electoral

Me empecino en buscarte detrás de cada cartel pegado en la calle. Me lastimé la piel debajo de la uña arrancando afiches de Tellerman. Y no estabas.
Intenté dejarte un mensaje escrito en su enorme frente. Y te esperé escondida bajo una baldosa floja.
Comenzó a llover, y medio inundada, consideré la posibilidad de volverme a casa sola.
Mañana te buscaré tras los carteles de Filmus. Allí no podré dejarte mensajes, su cabello abundante es mudo.
El sábado por último revisaré las promociones de cable módem. Para ese entonces me habré aburrido de buscarte, me habré enfermado de lluvia, habré llorado el dolor de la piel arrancada con cartel y todo. Entonces, sólo entonces, tiraré los carteles y renunciaré a vos derrotada.

Thursday, April 05, 2007

Vigilia

Mis dedos insólitos
escriben palabras
la asfixia de la noche
ha vuelto inesperada.
Describiría un círculo
en el aire
si pudiera volar
Dibujaría un círculo
en la arena
si huyera de mi playa.

Las palabras caen
se deslizan
como estas torpes lágrimas
Ave de rapiña
quieres mis restos
muerta me tendrás
tan pronto como el silencio
ocupe todo mi ser

Amo la esperanza de tu existencia
Amo creer que quizá, quizá

Dormiré desnuda
para enfriar mi fiebre
de ausencias
Las calamidades se anuncian
en las madrugadas insomnes.
Permanecer en vigilia
-----------------y a oscuras.

Maldita la hora de la humanidad,
el pensamiento
Meditar, meditar
El hombre en su nido.
El nido sin hombre.
La mujer yace muerta
al pie del árbol.

Temo la ilusión de tu existencia.
Temo creer que quizá, quizá.

Vísperas

El día de las vísperas, el día inmediato anterior a esa fecha determinada, haré una lista. Planearé realizar una infinidad de cosas. Luego no haré ninguna de ellas. Iré tachando a medida que pase el tiempo aquellas que van quedando caducas. Una por una las tacharé. Hacia la mitad del papel escrito me daré cuenta y la jaqueca se transformará en angustia palpable. Luego será una lágrima ágil que se escabulle sin ruido, y otra, y muchas, y será llanto.
Nada haré de esa lista. Deambularé sonámbula chocándome con los bordes de un día que no se acaba, que no se va nunca, y quiero que se vaya, que el tiempo se diluya como mi angustia y chorree a través de mis ojos.

Esa espera insólita, tantas esperas cubiertas por el drama actual, la metáfora infinita nunca redundante, el disfraz de hoy que tiene este miedo.
Te esperaré junto a la puerta sin animarme a salir sola.
Te esperaré sentada en el suelo, no puedo levantarme.
Te esperaré creyendo esperarte cuando en realidad, lo sé cuando rompo la lista, la espera y la inmovilidad son tan similares en el cuerpo. No puedo moverme, digo que espero. No puedo salir, digo que espero. Y si tan solo esta vez, detrás de la lista pudiera ver tu nombre, si pudiera no tacharlo como todo lo que se escapa y ya no alcanzo desde esta baldosa cruel. Y si tan solo esta vez vinieras y me despegaras del suelo, y me llevaras a la fuerza a cualquier lado. Yo entonces enjugaría mi llanto, lo envolvería en papel tissue para llevarlo de recuerdo, para llevarlo.