Friday, September 28, 2007

La educación afectiva II

Ahí donde hay deseo, hay necesidad y hubo satisfacción. Ironía. Ahí, en ese espacio vacío, en ese preciso hueco, para edificarse como tal, para que yo lo reconozca como vacío, hubo algo, hubo placer, hubo lo que no hay, lo que busco, lo que dudo de tanto buscar que sea placer y que de a ratos se convierte en esta patética costumbre de buscar y buscar y desear y necesitar y saberlo tan distinto y tan igual.

Sí, es bien triste admitir que si soy infeliz es porque supe saborear la felicidad. ¿En qué tiempo ocurrió eso? ¿Acaso en otra vida? ¿Acaso todo yace, Freud mediante, en el limbo del oscuro inconciente?
Yo soy quien reprime el deseo. Si reprimo el deseo no descargo el afecto, si no lo descargo no me satisfago, si no me satisfago...
Pero no es cierto, traslado el afecto (energético queridísimos, no pura ternura, también ira, también angustia, también), armo palabras y oraciones, sublimo, sublimo, y de vez en cuando, de vez en cuando.... shhhhh.

Derivo la energía, la distribuyo, un poco para acá, otro poco para allá, quizá todos los platos puedan continuar girando, si los toco a penas, si no pierdo tiempo. En cuanto se caiga uno caerán todos, porque ya no tendrá sentido seguir la pantomima del nefasto equilibrio.

Si deseo es porque supe ser feliz. Ironía. Ironía. Ironía.

Recordar es el primer paso para olvidar. Pero no viceversa, porque el olvido, el sin querer, ese que una cree que no ocurrió, qué peligroso. Dejarte caer, concientemente, es parte de este aprendizaje. Mirarte caer mientras caés, e irme mirándote mirarme mientras me voy. Trasdadar mi deseo de plenitud a cualquier otro lado sabiendo que uno no desea lo que nunca tuvo. ¿Cuándo, en qué mundo, en qué vida? ¿Acaso pasado presente y futuro se yuxtaponen? ¿Acaso ando deseando lo que tuve en un futuro inventado por qué otro?

¿Qué aprendimos hoy amiguitos? Mucho Profesor Sigmund, mucho. Pero es tanto lo que aprendí, que no me alcanza la piel para llevarlo a la práctica. Y la teoría por sí misma, usted sabe.

Tuesday, September 25, 2007

Una cholula de noche

Gracias Juampi Galimberti, por los city tours en los pasillos de la fama argentos.


A ella, la Cholula, le pareció haberse quedado dormida con la tele encendida. Sí, debió ser eso. Y se soñó adentro, había que agacharse un poco para entrar en el 14 pulgadas de su cuarto.
¿Quién iba a decir que los famosos se quedaban ahí toda la noche? Y ahí estaban, con su vasito de cerveza, ofreciendo fósforitos y chips de jamón y queso. Ahí estaban acercando a sus comisuras risueñas, perfectas, conocidas, esas servilletas de papel. Ahí estaban bailando descontrolados al ritmo del Reggeaton.
La Cholula sabía que si los sentía parientes eran famosos. Ése de allá, estuvo en las telenovelas de Andrea del Boca. Aquel otro con Solita Silveyra. ¿Esa siempre hizo de mala? No, no, alguuuuuna que ooooootra vez hizo de buena.
Trencito, trencito. La Cholula no lo puede creer. Ahora entiende que su inclinación al carnaval carioca le viene de la tele, como le vino siempre todo. La Cholula se queda paralizada, no puede comer, ni moverse, no puede sumarse al trencito, que evidentemente termina en el baño.
La empujan a la Cholula, ¡un famoso! Ese mismo que minutos antes aplaudió, casi casi de pie. Le pide perdón, ella a él, y él a ella, lógico. La Cholula no-lo-puede-creer. Arturo Bonin, no García Satur, le sirvió Coca Light, y a ella casi se le cae el vaso.

Hay que bailar Cholula, para que no se note, hay que mover el bumbumbún, hay que convertir el traste en un bombón asesino, para que no se note lo tonta que estás, si hasta te tiemblan las piernas, Cholula, y ya te olvidaste que estabas dormida. Es que los sueños lindos parecen tan reales, o las cosas reales tan bizarras parecen sueños, mmmmmm, no sé bien.

Saturday, September 22, 2007

primavera de praga

La plaza estaba vacía antes de que llegáramos. Ahí los bancos, como si nada, como si todo.
El cielo estaba completamente despejado. El sol en su lugar.
Y nosotros caminamos, llegamos, nos paramos frente al monumento de la hipocresía y escupimos esas palabras que llevábamos en el pecho.
Pisoteamos el pasto, saltamos sobre las tumbas, escarbamos y nos llevamos de souvenir algo de tierra.

En casa mamá lavaría nuestras camisetas blancas de algodón, manchadas de barro. Ensuciarse hace bien.

Sunday, September 09, 2007

Yo sujeta

BUSCAR, DAR LUGAR CONCIENTE AL DESEO Y BUSCAR
PICA ACÁ, HAY QUE RASCARSE CONTRA ALGUNA PARED
TE MIRO, TE BUSCO, TE ENCUENTRO

TU BOCA, TUS DIENTES, MIS LABIOS
MORDÉS Y ME GUSTA

LA PUERTA, EL MARCO FRÍO
(mi pequeña agenda neurótica en un bolsillo)

las cosas deben hacerse de un modo prolijo
primero lo que se prometió
lo que se debe
medir los riesgos
no apostar de más (no apostar)
cuidarse, limpiar, estar limpia
siempre con esta sonrisa
siempre con esta barrerita
pero
ALCEN LA BARRERA PARA QUE PASE LA FAROLERA .....
ROMPER LA BARRERA
PRENDER EL FAROL
SALUDAR AL CORONEL CUBIERTA POR MI DESNUDEZ
ROBARLE EL SOMBRERO
Y SALIR CORRIENDO

No, no dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis
pensar para no hacer
pensar antes de hacer
y no hacer nada

O HACER TODO.

Si entran cien, acá en la sien.

¿Mucho no? Habrá que borrar algo.

Saturday, September 01, 2007

Si fui alguna vez sólo orificio, sólo vacío, sólo necesidad. Volver a serlo.
Desenmarañar la nostalgia que se arremolina en la tráquea.
No darle tanto espacio, o dárselo todo, el infinito espacio del vacío.
Danzar, danzar, ¿por qué no?

Voy a dejar que mis labios sean callados de nuevo por tu boca.